Reseña La maldición del tranvía 015

→ Reseña La maldición del tranvía 015: Egipto tecnomágico

Compartir

Una tarde de lluvia y un novela corta sobre un Egipto con tecnología pseudoindustrial impulsada por magia procedente de criaturas del folklore islámico y djinns. ¡Me apunto! No me sorprendería ver que este universo de arquitectura neofaraónica, steampunk y coexistencia de diversas entidades sobre naturales viera una expansión hacia una novela propiamente diga, o una saga. ¡Echemos un vistazo a este agradable descubrimiento, La maldición del tranvía 015!

¿Sobre qué trata La maldición del tranvía 015?

La maldición del tranvía 015

Imagina Egipto en 1912, con sus tranvías y sus primeros conatos de revolución industrial, sus influencias extranjeras (francesas e inglesas) y un sentimiento de querer encajar con la modernidad. Una sociedad fuertemente marcada por el islam y el cristianismo copto, pero con la multiculturalidad de otros rincones de África, Oriente Medio y la Europa colonial.

Ahora añade que unas décadas antes, alguien estableció contacto con djins y otras entidades sobre naturales, que decidieron vivir entre los egipcios y compaginar su magia con la moderna tecnología. ¿El resultado? Tranvías voladores. Zepelines que actúan como transporte aéreo entre Alejandría y Ciudad del Cairo, incluso hasta las capitales europeas. La voluntad y los medios para expulsar a ingleses y franceses, y así conservar control sobre el canal de Suez e impulsar la economía egipcia.

Por último, imagina que la sociedad está tan acostumbrada a eso que lo dan por sentado, y nuestros protagonistas son dos funcionarios del Ministerio de Alquimia, Encantamientos y Entidades Sobrenaturales. Ahí es nada. A mitad camino entre peritos de un seguro y policías. Montón de papeleo. ¿Su último caso? Averiguar qué entidad ha poseído el tranvía 015, perturbando con su presencia el medio de transporte de los ajetreados ciudadanos de El Cairo.

Una de «comedia», magia y burocracia

Tengo la impresión de que el autor, P. Djèlí Clark, albergaba la intención de que esta fuese una obra cómica. Lo digo por el tono desenfadado de su escritura; sin embargo, con la notable excepción de alguna broma aquí o allá, no ha resultado una lectura graciosa. Y eso es todo lo malo que puedo afirmar sobre La maldición del tranvía 015: no es una novela fantástica con toques de comedia. Ahora llega lo bueno.

El mundo. El trasfondo en el que el autor te lanza es evocador, poco menos que de quedarse con la boca abierta debido a los simple, lógico y a la vez creativo de lo que te presenta la obra. Hablamos sobre una ambientación steampunk en Egipto, con toda esa atracción que nos despierta lo islámico, especialmente si se mezcla con lo faraónico más el folklore oriental, que aporta unos toques mágicos muy bien recibidos. Lo considero una combinación ganadora. Hazme caso, el soplo de aire fresco es muy bien recibido.

Por último, lo simple de la trama: dos investigadores examinan por qué un tranvía volador hace cosas raras, sólo para descubrir que está embrujado. ¿Solución? Multarle por perturbar la propiedad pública. Por supuesto, la historia se complica (tampoco mucho) y así descubrimos más aspectos de este rico universo, que no revelaré, porque este artículo podría alargarse más que la propia obra.

¿Cómo no iba a leer La maldición del tranvía 015?

He de confesar que esta lectura se ha pospuesto en demasía. A pesar de que ya he mencionado en alguna ocasión mi intención de leer esta novela corta. Por un lado, esta obra no la hubiera descubierto por mi cuenta, he de agradecer a Alberto, del podcast Entrecortados, en el cual he participado en alguna ocasión, que me la prestase. Por otro lado, leí las primeras páginas y me dije: «¡Qué pasada!». Aun así, la lectura se demoró porque tenía otras pendientes y trabajo a espuertas (incluida lectura y corrección de novelas, que a veces me arrebata las ganas de leer por placer).

Finalmente, ha llegado un día de lluvia y algunas horas de tiempo libre para dedicármelas a mí y a mis libros. Y el resultado es esta reseña de La maldición del tranvía 015. Me ha encantado esta desconexión del mundo y adentrarme en otro de maravillas tecnomágicas. Recomiendo su lectura, porque las escasas horas que te llevará no se sentirán en absoluto desperdiciadas.

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *