Juramentada, de Brandon Sanderson

≫ Juramentada, menos épico, más político

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Puede que la saga de El archivo de los tormentas haya sufrido un bache con Juramentada. Algo, por otro lado, que se esperaba desde que hice la reseña de El camino de los reyes. Sigue siendo un buen libro, producto de un escritor como Brandon Sanderson, pero aunque la narrativa se mantenga con calidad es más que probable que se haya divagado en conceptos que son menos interesantes. Aún menos si ocupan unas cien páginas de libro. De esto, pero también de lo bueno, voy a hablar en esta reseña de Juramentada.

Reseña de Juramentada: la calma tras la tormenta

Juramentada, de Brandon Sanderson

Era inevitable. Al igual que le ocurrió a Festín de cuervos, en la saga de Canción de hielo y fuego, se ha llegado a un punto donde la acción, la épica de la batalla, tenía que dar paso a aguas más tranquilas. Brandon Sanderson nos había ofrecido casi dos mil cuatrocientas páginas llenas de acción, campos de batalla épicos por su propia escenografía y una coreografía de combate como la que ya habíamos visto con Kelsier y el inquisidor en El imperio final.

Lo comprendo. Ninguna saga puede mantener su frescura con una constante de batallas. Joe Abrecrombie ya gastó esa baza en Los Héroes, y aun así él daba algo de respiro entre emociones fuerte.

Por eso en el libro de Juramentada Brandon Sanderson ha tenido que cambiar de tercio. Dejar a un lado el conflicto principal de las dos primeras novelas, la guerra contra los parsmenios, para colocar en el primer plano esa amenaza oculta tras la actitud de los parsmenios. ¿Quiénes son esos antiguos dioses que están regresando?

Sinopsis de Juramentada

La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.

Entretanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.

En busca de una alianza

Del protagonismo de Kaladin en El camino de los reyes pasamos al de Shallan en Palabras radiantes. Ahora le toca el turno a Dalinar.

El paso más importante que un hombre puede dar es el siguiente. Siempre el siguiente. Clic para tuitear

Y es labor de este noble unificar a los reinos humanos en la gran guerra que ya está en el corazón de algunos territorios. Una tarea nada fácil. Eso es algo que nos queda claro con las muchas negociaciones, conspiraciones dentro de conspiraciones y tensos diálogos que Brandon Sanderson derrocha en esta novela. Esto es algo que, en cierto aspecto, rebaja mucho el tono que se apreciaba hasta el momento en las novelas previas. Me gusta el politiqueo en las novelas, desde luego. Pero en esta saga era como si… no terminara de encajar. O sí encajaba, pero se dan muchas vueltas hasta llegar a un punto que se veía venir muchas páginas antes.

La desconfianza entre los demás reinos es mayúscula. Y no se les puede culpar: el joven Dalinar estaba a la altura del genocidio, una prueba más del desmesurado poder de las esquirlas. Ahora el Dalinar maduro pretende que confíen en él para liderar a la humanidad. Los recelos son más que comprensibles. He ahí un punto a favor de la coherencia de la trama.

Pero insisto en que las negociaciones son interminables. Si vives en España y escuchas la radio sobre las negociaciones para formar un gobierno… pues son hasta más entretenidas que el parloteo de Juramentada. A mí no me ha resultado agradable.

Felurian… digo… Shadesmar

¡Dejavú! El mayor dejavú que he tenido nunca al leer una novela de fantasía. ALERTA DE PEQUEÑO SPOILER. En algunos capítulos los protagonistas viajan a través del extraño mundo de Shadesmar donde… ¿la tierras es mar y el mar tierra? ¿Hay personas sin cabeza? ¿Mercados donde se venden potencias? ¿Todo es etéreo y no entendí muy bien qué demonios estaba pasando ahí?

Leer estas secciones me resultó tan tedioso como el encuentro con Felurian en El temor de un hombre sabio. Largo. Aún más largo debido a la lentitud de la narración. Otra de las razones por las que haya bajado mi interés en esta novela.

El viaje por Shadesmar recuerda al encuentro con Felurian. Muchas páginas llenas de… algo. Clic para tuitear

La opinión positiva de Juramentada

Pero no todo va a ser malo en esta crítica de Juramentada, porque también hay partes buenas. Cuatro en concreto. Estas son: el entrenamiento de los radiantes, el sitio de la capital de los alezi, la aparición de Sangre nocturna y el trasfondo de Dalinar.

Dalinar Kholin: la vida de un guerrero

Juramentada es una novela que indaga en el pasado. No solo en épocas arcaicas que descubrimos gracias a los sueños de Dalinar con el Padre Tormenta. Sino el pasado de los personajes. Ya sospechábamos qué clase de hombre había sido Dalinar Kholin. Sin embargo, ahora conocemos su infamia.

La guerra y la matanza han marcado su vida. La famosa «emoción» de los alezi ha estado muy presente en Dalinar. Quizá no disfrutara de la batalla, pero sí sentía la abstinencia cuando no luchaba, lo cual le volvía violento y vacío. Ni siquiera su matrimonio y sus hijos lo llenaban, necesitaba guerrear con alguien.

Así averiguamos cuánta sangre, propia y ajena, derramó para unificar Alezkar, y hasta qué punto sacrificó a su familia para lograr ese objetivo. Y el alto precio que pagó por ello. Una gran subtrama que fue un placer leer.

La reaparición de Sangre nocturna

Esto del Cosmere está aún más conectado de lo que pensaba. Cuál fue mi sorpresa, muy grata sorpresa, cuando me encontré a mi espada favorita en Juramentada. Para quien no lo sepa, es más que probable que El aliento de los dioses sea mi novela favorita de Brandon Sanderson. Su mundo, sus colores, sus princesas, la riqueza de su religión… todo en ello me encantó.

Y en esa novela estaba Sangre nocturna, una espada animada, con mente propia (peligrosamente infantil y homicida) y fuente de frases lapidarias. En Juramentada está de vuelta, como una versión extraña de espada esquirlada. Pero repleta de su humorística crueldad.

Nuevos radiantes en camino

Son personajes menores, pero los hombres del puente son muy humanos. Es agradable saber de ellos, conocer sus debilidades y ver cómo las superan. O fracasan por el camino. Gracias a ellos comprendemos más y más sobre la magia de los radiantes. Lo que con Kaladin y Shallan se aprendía improvisando, a través de ensayo y error, ahora es una protodoctrina. Aprendemos los ideales de los Caballeros Radiantes (muy buenas frases, por cierto) y las distintas órdenes que existen.

También nos permite compartir su pasión por ser más, por colocarse a la altura de quienes tanto admiran. Personajes secundarios, sí, pero que le dan mucha fuerza a un mundo que parece despertar.

Una ciudad bajo asedio

No hacen falta catapultas y edificios en llamas para describir un asedio. Sanderson hace un gran trabajo manejando a las multitudes, mostrando la pobreza y las carencias sin recurrir a la violencia salvaje. Escondidos en una ciudad con más gente que comida, los personajes (no diré cuáles) se las tienen que arreglar para recabar información sobre qué pretenden los parsmenios, cuál es el plan de esos superparsmenios que se comportan como tiranos y qué papel juegan los humanos en ese plan.

Todo mientras tienen que lidiar con niños hambrientos, soldados mal pagados, multitudes enfurecidas y la siniestra sensación de que en cualquier momento todos en la ciudad podrían ser masacrados. La parte más tensa del libro.

Problemas de edición en la versión digital de Juramentada (mobi)

No es la primera vez que me ocurre con un libro de Brandon Sanderson. Estoy casi seguro de que los mapas de Roshar y los organigramas de las potencias tienen algo que ver. El libro electrónico de Juramentada contiene errores. Algunos son los clásicos errores que se arreglan con una corrección ortotipográfica. No hay muchos, no si se tiene en cuenta el enorme volumen de palabras de estas novelas.

Pero sí me molesta los cambios de formato, líneas sueltas, etc. Problemas de maquetación en la versión digital que no he visto en la tapa dura (imagino que ese producto la editorial lo cuida mucho más). Nada más. Tan solo avisarte de lo que puedes encontrar.

¿Recomiendo comprar Juramentada, de Brandon Sanderson?

Llega la hora de valorar los pros y contras. Si he de ser sincero, a Juramentada le concedo tres estrellas. Es una buena novela, que merece más, pero su extensión juega en su contra. No es el habitual océano de páginas lleno de información jugosa, hay tramos que preferiría haber omitido. Esa es la razón a la que una novela que, en otras circunstancias le daría más estima, me resulte un «quizá la siguiente sea mejor».

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